Una de las preguntas más frecuentes de quienes poseen un vehículo es la durabilidad de los neumáticos. Por eso Pirelli comparte en base a su conocimiento y trayectoria las recomendaciones para su cuidado y recambio. Revisarlos y reemplazarlos cuando necesario no solo mejora el rendimiento del vehículo, sino que puede ser decisivo para prevenir accidentes.
El mantenimiento preventivo es vital y el estado de los neumáticos cobra particular relevancia: los neumáticos son el único punto de contacto entre el vehículo y la superficie. De su correcto uso y mantenimiento dependen la adherencia, la tracción y la maniobrabilidad, factores esenciales para la seguridad diaria.
Pirelli, compañía líder mundial en tecnología de neumáticos para autos y motos, trabaja de manera constante para construir una movilidad más segura. Lo hace no solo a través de la innovación y desarrollo de sus productos, sino también promoviendo la difusión de buenas prácticas de uso y mantenimiento, fundamentales para prolongar la vida útil de las cubiertas y garantizar la seguridad vial en cada trayecto.
Como parte de esa misión, Pirelli recomienda las siguientes claves para el cuidado y la decisión del momento de reemplazar los neumáticos.
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Controlar periódicamente el estado de los neumáticos: verificar la presión indicada por el fabricante, revisar la profundidad de la banda de rodadura y observar posibles grietas o deformaciones es indispensable. Para esta verificación, resulta importante prestar atención al TWI (Tread Wear Indicator), es decir el desgaste de la banda de rodadura. Estos pequeños canales indican cuando la profundidad alcanza el límite legal de 1,6mm; si están al mismo nivel que la banda, el neumático debe ser reemplazado. Aunque no tengan fecha de vencimiento, si los neumáticos presentan alguna fisura, grieta o desgastes deben ser reemplazados. Es importante que previamente un especialista pueda evaluarlo para brindarle el asesoramiento correcto.
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Alineación y balanceo: la alineación incorrecta de las ruedas provoca un desgaste prematuro e irregular de los neumáticos, lo que afecta a la estabilidad y la facilidad de conducción del vehículo. En la mayoría de los casos, Pirelli recomienda que se realice al menos cada 10.000 kilómetros, pero la cifra puede ser inferior dependiendo del tipo de superficie por la que se desplace habitualmente el vehículo. Un balanceo inadecuado puede provocar vibraciones en el volante del auto y comprometer la estructura interna del neumático. Por eso lo ideal es realizar revisiones de mantenimiento periódicamente o cuando se observen cambios en la maniobrabilidad, como tirones o vibraciones inusuales.
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Elegir siempre el neumático correcto para cada vehículo: cada modelo de auto tiene un peso, una configuración y una dinámica propia y los neumáticos deben responder a esas especificaciones. Instalar un modelo inadecuado puede afectar tanto el rendimiento como la estabilidad y el control del vehículo. Pirelli colabora de manera directa con los principales fabricantes de automóviles para crear cubiertas a medida, que potencian el rendimiento de cada modelo.
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Planificar el recambio con anticipación: evaluar un presupuesto adecuado y organizar la inversión por etapas. Aunque el ideal es realizar el recambio de la totalidad de los neumáticos al mismo tiempo, también es viable realizarlo de a pares teniendo en cuenta su desgaste. En esos casos, Pirelli recomienda colocar los neumáticos nuevos en el eje trasero y colocar los usados o con mayor desgaste en el eje delantero, ya que este cambio maximiza la estabilidad del vehículo y facilita el control en situaciones de emergencia.
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Rotar los neumáticos para un desgaste parejo e incrementar la seguridad: cambiar la posición de cada neumático en el vehículo ayuda a distribuir el desgaste de manera uniforme, prolongando su vida útil y aumentando la seguridad. Esta acción se puede combinar con tareas rutinarias como la alineación y el balanceo. Un desgaste parejo no solo retrasa el reemplazo de los neumáticos, sino que también mejora la respuesta del vehículo en curvas y frenadas, evitando pérdidas de control y gastos innecesarios.
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Tener en cuenta el estilo de manejo y el estado de las calles: las frenadas bruscas, las aceleraciones agresivas, como también sobrecargar el vehículo o circular en calles en mal estado y con lomas de burro aceleran el desgaste. El clima juega un rol clave: las temperaturas extremas (frío o calor) deterioran los compuestos y reducen la vida útil de las cubiertas y exigen un mayor control de estas.
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Priorizar la seguridad y el confort: así como a la hora de comprar un electrodoméstico se analiza el costo, pero también la calidad y las prestaciones que da, el mismo análisis debe realizarse al momento de considerar la adquisición de los neumáticos. Los compuestos avanzados de los Pirelli ofrecen un agarre superior y mayor durabilidad en diversas condiciones de manejo (seco, mojado o con nieve) mientras que sus diseños optimizan la tracción y reducen la distancia de frenado. Por ejemplo, las líneas P Zero™ y Cinturato™, que combinan eficiencia con menor consumo y bajas emisiones con el máximo rendimiento, son el resultado de una inversión constante en investigación y desarrollo.
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Conducir de manera responsable: la vida útil y el estado de las cubiertas también dependen de los hábitos del conductor. Con 115 años en Argentina y más de 150 años a nivel global como empresa líder, Pirelli considera la seguridad vial un compromiso central y promueve la concientización acerca del buen manejo y la importancia de mantener los neumáticos en condiciones óptimas. Conducir de manera responsable no solo protege los neumáticos y el vehículo, sino que también contribuye a una movilidad más segura para todos.
