Andre Rebelo, un exinversionista de criptomonedas en bancarrota, fue sentenciado a 25 años de prisión por asesinar a su madre para cobrar seguros de vida y mantener el estilo de vida de su pareja influencer.
Un crimen brutal con tintes de codicia y apariencias engañosas ha conmocionado a Australia. Andre Zachary Rebelo, un operador de criptomonedas originario de Perth (Australia), fue sentenciado este miércoles a 25 años de prisión por asesinar a su madre, Colleen Rebelo, de 58 años, con el objetivo de cobrar más de un millón de dólares en seguros de vida y costear los lujos de su novia, la inuencer Gracie Piscopo.
El Tribunal Supremo de Perth calicó a Rebelo como un asesino "calculador y despiadado", motivado exclusivamente por beneficios económicos. El crimen ocurrió en mayo de 2020, cuando el cuerpo de Colleen fue hallado bajo la ducha de su casa en Bicton, por su hijo menor, Fabian. En ese momento, las autoridades no encontraron signos sospechosos ni determinaron la causa exacta de muerte.
Sin embargo, tres días después, Rebelo intentó cobrar tres pólizas de seguro de vida que había contratado a nombre de su madre apenas una semana antes del fallecimiento. Fue un empleado de la aseguradora quien detectó irregularidades y denunció el caso ante la policía, lo que desencadenó una investigación que terminó por revelar un crimen premeditado.
Durante el juicio, se presentó evidencia de que Rebelo había falsificado documentos médicos de su madre en al menos cuatro ocasiones, con la intención de respaldar sus reclamaciones fraudulentas ante la aseguradora. A pesar de que en redes sociales la pareja presumía un estilo de vida "glamoroso", los investigadores confirmaron que la pareja tenía deudas por más de 100 mil dólares al momento del crimen.
Andre Rebelo, quien trabajaba como repartidor antes de incursionar en las criptomonedas, fue hallado culpable en diciembre del año pasado tras un juicio de ocho semanas. El tribunal subrayó que el acusado actuó con total frialdad al planear el asesinato de su propia madre, con el único objetivo de beneficiarse económicamente como único beneficiario de las pólizas de seguro.
El caso ha generado indignación entre la opinión pública australiana, al exponer cómo la ambición desmedida y la presión por mantener apariencias en redes sociales pueden conducir a actos extremos y monstruosos. Gracie Piscopo, quien hasta entonces mantenía una carrera activa como influencer, no fue implicada en el crimen, pero su vínculo con Rebelo ha estado bajo escrutinio desde que se hizo público el caso.