La combinación de plataformas de autogestión y herramientas de inteligencia artificial permite una atención al cliente más ágil, cercana y valorada por los asegurados.
La combinación de plataformas de autogestión y herramientas de inteligencia artificial permite una atención al cliente más ágil, cercana y valorada por los asegurados.
El sector asegurador, al igual que otras industrias con una parte importante de su negocio en la esfera digital, se encuentra en un punto de inflexión estratégico. La inteligencia artificial ya no es una promesa futura, sino un imperativo fundamental que, integrada a los canales de autogestión, multiplica la capacidad de respuesta de las compañías. De hecho, se estima que su potencial económico global alcanza los USD 4,4 billones, según cifras de McKinsey.
Un relevamiento internacional de KPMG identificó que el 57 % de las compañías de seguros la considera la principal tecnología para alcanzar sus metas en los próximos tres años, mientras que el 58 % espera beneficios en rentabilidad, detección de fraudes y prevención de ciberataques, entre otras áreas.
El verdadero potencial de la IA, sin embargo, no se limita a sumar herramientas, sino a rediseñar procesos completos —desde la suscripción hasta la gestión de siniestros— y garantizar experiencias consistentes a lo largo de todos los canales. El resultado es una atención que combina eficiencia y personalización, donde todos ganan: las compañías optimizan recursos y los clientes acceden a soluciones más rápidas y confiables.
En este marco, Grupo San Cristóbal se consolida como un actor clave en el mercado argentino, al lograr que más del 59 % de las gestiones se resuelvan por canales digitales, reflejando un cambio cultural profundo en la relación aseguradora–asegurado. Este avance no solo reduce la carga operativa presencial, sino que responde a la creciente preferencia de los clientes por opciones de autogestión como uno de los canales disponibles para contactarse con la compañía.
Un ejemplo de esta estrategia es Santi, el chatbot de la compañía lanzado en 2023, que se ha transformado en un canal ágil y en constante evolución. En los últimos meses alcanzó un índice de satisfacción de 4,26 puntos, superando ampliamente los registros de sus primeras versiones y consolidándose como un recurso de valor para los asegurados. Su desempeño demuestra cómo la inteligencia artificial aplicada a la atención aporta autonomía y rapidez sin perder de vista la calidad de la experiencia.
Al mismo tiempo, Grupo San Cristóbal mantiene una atención telefónica de excelencia, con un CSAT (Customer Satisfaction Score) de 4,81, que evidencia la importancia del acompañamiento humano. Este equilibrio entre autogestión, inteligencia artificial y contacto personal es central en la estrategia de la compañía, que concibe la innovación como un medio para potenciar la cercanía, no para reemplazarla.
De esta manera, la tecnología se afianza como un puente que conecta a los clientes con soluciones más simples, rápidas y confiables. En un mismo ecosistema —integrado por Santi, la app, la web y la atención telefónica— cada interacción suma para que cada asegurado sienta la tranquilidad de estar respaldado en todo momento.